Uno
de nuestros miedos del paso de los años es el imparable cambio que
sufre nuestra piel cuando cumplimos
ciertos años,
ya
que nadie
se escapa de la caída
de la piel y la aparición de arrugas.
Aunque
muchos recurren al bisturí para frenar en su espejo las muestras de
la madurez, lo cierto es que estas
arrugas
no tienen por qué ser un problema en nuestro rostro.
La
piel dispone de diversos componentes (como
el colágeno, encargado de la flexibilidad de nuestra piel) que,
cuando somos jóvenes, trabajan en todo su esplendor. Si perdemos
colágeno nuestra
piel se hará menos flexible y, por tanto, nuestro cutis empieza a
oxidarse.
Para
que estas aparezcan en menor cantidad y en capas más profundas de la
piel es aconsejable seguir una dieta equilibrada,
no tomar el sol en exceso y aplicarte cremas especiales como la crema euciron
hialurónico.
Después
de todo, nunca olvides que la
juventud es belleza, pero el conocimiento también. ¿Qué hay más
sabio que una persona adulta?
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