A continuación os dejo un poema que escribí hace un tiempo sobre la fugacidad del tiempo, espero que os guste :)
Las horas, el tiempo
en general,
aquello que nunca se
recuperará;
los que ya lo
malgastaron
en el cielo se
encontrarán,
junto con los ángeles
que siempre les
sonreirán.
A los tres años
te fascinaba la pintura.
A los doce
te maravillaba la
lectura.
A los treinta
el yoga y sus
posturas;
ahora te aborrece limpiar
la postiza dentadura.
Date prisa;
el todopoderoso
tiempo
sumado a la vida,
resultan tres pocos
días.
Recuerda, nunca volverá
aquello que no se
viva.
Sin temor los sentimientos
en la olla hay que
echar
y removerla bien, con amor,
el ingrediente
especial.
Tumbado
en este centenario
árbol,
sintiendo en mi cara
los rayos de sol,
mientras a mi
alrededor
veo el farol,
de que el tiempo pasa
como la velocidad al
caracol.
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